El Cottolengo del Padre Alegre, es
una forma de vivir y de ver en cristiano la vida.
Su misión, como la de otras instituciones de la Iglesia,
es la de ser testigos del amor de Dios presente en el mundo. El
Cottolengo es una familia.
Muchas veces nos preguntan qué requisitos ha de tener una
persona para ser aceptada en nuestra familia. La dos condiciones
son que la enfermedad que tenga sea incurable y que sean pobres,
que por sus posibilidades económicas no puedan ser atendidos
en otros centros.
Cada enfermo en nuestra casa es diferente y con una personalidad
marcada. Personas felices que nos enseñan a valorar lo que
tenemos y que nos muestran que por encima del tener o el poder está
el ser.
¿Cómo vivimos? ¿De quién recibimos
ayudas?
Vivimos, aunque pueda parecer utópico, de la Divina Providencia.
No tenemos subvenciones y no pedimos ni aceptamos nada que sea fruto
de petición. Queremos vivir colgados de Dios, al amparo de
su Providencia. Él sabe lo que necesitamos. Por eso nuestra
casa es casa de oración.
Y recibimos todo tipo de ayudas: económicas, ropa, alimentos,
libros... y sobre todo la ayuda de todas esas personas que quieren
integrarse en nuestra familia para hacer realidad el ideal de nuestro
fundador:
"Amar a Dios y a los pobrecitos por amor de Dios, pero amor
de obras no de palabras"
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