Una fiesta muy grande. Todo un Dios se hace Pan y Vino por cada uno de nosotros.
Como en todas nuestras casas, en Barcelona lo hemos vivido con mucha intensidad.
El sábado, por la noche, fuimos un grupo grande a la Sagrada Familia a una Vigilia de Adoración presidida por nuestros Pastores. Impresionante. El templo estaba muy lleno de personas y de amor a Cristo Sacramentado.
Vísperas, cantos de adoración, dos testimonios preciosos… y la certeza de que Cristo está vivo.
El domingo, se hizo una preciosa alfombra de flores para que nuestro Señor pasase.
Y después la procesión, en la que cada uno de nosotros le íbamos diciendo lo mucho que le queremos y le agradecemos.
Comentarios recientes