La aparición de las lluvias, nos hicieron cerrar la temporada de Campamento de verano. Y la verdad es que ha sido ¡una gozada!: Gracias Señor, porque en pleno Madrid, hemos podido disfrutar de ese ambiente playero que en verano nos agrada tanto. Sombrillas, hamacas, aperitivo en el Chiringuito de la playa, con vistas a un mar sereno donde hasta un tiburón nos saluda con su aleta.
Cada semana ha sido vivir en la sorpresa de ser elegida para pasarla en el campamento, ya que los grupos destinados a ello, eran presentados en una cartelera. Los lunes por la mañana, eran las corridas para descubrir las incógnitas de si, ¿me tocará?
El mucho calor que ha hecho este año, nos ha hecho apetecer más, si cabe, de los chapuzones en el agua, pero ¡después! las que disfrutaban de semana de Campamento, el Chiringuito de la playa le ofrecía los mejores aperitivos y para comer, los suculentos menús, bajo las sombrillas.
Ha habido grupos, que hasta han prescindido del descanso y después de comer, han organizado “tumbas divertidas de cartas”.
Todo ello, ha dado un colorido distinto al verano y por eso decimos: gracias Señor, porque nos has permitido pasar estos días llenos de felicidad.
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