Nuestro Noviciado de campo de trabajo en las Hurdes

26 Abr, 2023 | Familia

Este fue nuestro logotipo para el campo de trabajo, “Somos testigos” la frase que quería sintetizar lo que serían estos días. Queríamos ser testigos de la alegría del Resucitado. Nos impulsaba a viajar el Espíritu del que vive.

En este tiempo del noviciado tenemos estos días de campo de trabajo y es momento propicio para conocer a las Hermanas de la Congregación, cuando se conoce, se van entretejiendo lazos de unión con las Hermanas de las otras Casas, poco a poco se va descubriendo la alegría de la vivencia de comunitaria y el sentirme parte de una Congregación en la que se va descubriendo rostros nuevos que alientan mi respuesta en este camino de seguimiento al Señor. Este año visitamos el Cottolengo de las Hurdes, propiamente está ubicado en La Fragosa, una zona muy bonita.

 

Pudimos colaborar en la casa en la atención de las acogidas, en la organización de la zona de la providencia nueva, en ratos de esparcimiento con las acogidas y en compartir con alegría con la comunidad la vivencia de la Pascua. Visitamos a la Virgen de la Peña de Francia, allí pusimos a toda la Congregación e intenciones que se nos han sido encomendadas. La Virgen como buena madre siempre acoge.

Bajamos al pueblo de La Fragosa, hasta el río para conocer un poco el lugar, pudimos ir a la Capilla de Santa Ana patona del pueblo

El viernes fuimos al Gasco, visitamos la ermita del Santo Cristo, fuimos con algunas de nuestras acogidas y con Hermanas de la comunidad del Cottolengo de las Hurdes, ahí recordamos todos los esfuerzos de tantas personas que nos han precedido, que han hecho posible la construcción de la ermita,  de Hermanas de la Congregación que se han entregado en el servicio al pueblo, en aquellos que más lo han necesitado, son ejemplos que a nosotras nos estimulan en nuestra entrega diaria al Señor.

Hna. Mercedes Marqués durante el recorrido recordaba cuando las Hermanas daban las catequesis a los niños y colaboraban en la parroquia haciendo las Celebraciones de la Palabra porque no se tenía sacerdotes para la celebración de la Santa Misa.

Madre Josefa nos comentaba cuando nos enseñaba la casa y nos hablaba de la Maternidad, otro servicio que el Cottolengo de las Hurdes en su momento ofreció al pueblo y todo el bien que supuso para las personas beneficiadas. Ante las dificultades de la zona y precariedad de los recursos se vio necesario el poder asistir a las mujeres en los momentos del parto.

El paisaje como se puede apreciar en las fotos es precioso. Damos gracias al Señor que nos permitió estos días para compartir con el Cottolengo de las Hurdes, como decía nuestro lema “Somos testigos” y en verdad lo hemos sido de la providencia de Dios que no deja de velar por todos sus predilectos. Que el Señor resucitado nos ayude a saberle descubrir siempre presente en nuestras vidas.

Deo Gratias!

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