Nuestro carisma
“Dar la propia vida a Dios, entregada, por amor totalmente gratuito a los pobres y
enfermos pobres más necesitados y marginados, con una actitud de abandono total y confiado en la Providencia de Dios Padre y en adoración constante a Cristo el Señor, en el Misterio de la Eucaristía.”
(Const. 2)
Abandono en la Divina Providencia
Jesús nos dijo: “Buscad primero el reino de Dios y su justicia,
y todo lo demás se os dará por añadidura” (Mt. 6,33)
Queremos poner nuestra seguridad solo en Dios, que como
Padre amoroso vela por sus hijos.
¡Nos sentimos sostenidas en la palma de su mano!
Adoración Eucarística
La Eucaristía es el centro de nuestra espiritualidad en la que consagramos nuestra vida ofreciéndola a Dios Padre, y desde ahí queremos llevar a Cristo a nuestros hermanos.
“La oración de la Servidora de Jesús en el Cottolengo tendrá como sello característico la adoración de la Sagrada Eucaristía, realizada por medio de la “LAUS PERENNIS” (Const. 28)
Servicio
“¡Cada uno de los pobres es Jesucristo! ¿Qué cosa más hermosa puede haber en el mundo que ver, oír, hablar, tocar, consolar y aliviar
a Jesucristo!” (P. Alegre)
Vivimos en familia, cada miembro aporta algo en la Casa,
según sus posibilidades y capacidades.
Vivimos alegres por tantos dones recibidos del Señor.
Vivimos en acción de gracias porque experimentamos que hay
“mayor felicidad en dar que en recibir” (Hch. 20,35).