Conócenos
El Cottolengo del Padre Alegre, es una Casa de Familia, una forma de vivir y de ver, en cristiano, la vida. Nuestra misión es de ser testigos del amor de Dios presente en el mundo.
Abandono en la Divina Providencia
«Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta».
(Mt. 6,26)
Vivimos, aunque pueda parecer utópico, de la Divina Providencia. No tenemos subvenciones y no pedimos ni aceptamos nada que sea fruto de petición. Queremos vivir colgados de Dios, al amparo de su Providencia. Él sabe lo que necesitamos. Por eso nuestra casa es casa de oración. Recibimos todo tipo de ayudas, desde económicas hasta ropa, alimentos… y la maravillosa colaboración de los voluntarios que también forman parte de nuestra familia.
Oración
«La oración es el más importante quehacer de la Piccola Casa»
(S. José B. Cottolengo)
Jesús es el centro de nuestras casas y de nuestra familia, a Él confiamos toda nuestra existencia. El Misterio Pascual se actualiza en la vida de cada uno de nuestros acogidos. Queremos llegar con nuestra oración a las necesidades del mundo entero.
Servicio
«Lo que hagáis a uno de estos mis humildes hermanos,
a Mí me lo hacéis» (Mt. 25,40)
Nos preguntan muchas veces qué requisitos ha de tener una persona para formar parte de nuestra familia. Las dos condiciones son: que tenga una enfermedad incurable y que sean pobres, o que no puedan ser atendidos en otros centros.
Cada enfermo en nuestra casa es diferente y con su propia personalidad. Personas felices que nos enseñan a valorar lo que tenemos y que nos muestran que por encima del tener o el poder está el ser.
«La caridad de Cristo nos urge» (2Cor. 5,14)