Nuestro deseo

“Virgen María, Madre de Jesús, hacednos santos” (S. José B. Cottolengo)

Éste es el deseo de toda la familia cottolenguina y es una jaculatoria que frecuentemente cantamos a la Virgen.

Agradecemos al Señor este gran regalo que nos ha hecho al confiarnos esta misión de estar con Él,
abandonarnos en su amor, adorarle en la Eucaristía y servirle en los más necesitados. 

“Las dos lámparas que arden continuamente delante del Sagrario os representan a vosotras, y no me cansaré de deciros: tened provisión de aceite y que vuestras
lámparas no se apaguen” 

(M. Dolores Permanyer) 

Así comenzamos nuestro día, a los pies del Señor ofreciendo nuestra vida para después entregarnos con alegría y generosidad a los trabajos que tenemos encomendados:
dar de comer, ayudar a vestir… cuidar a Jesucristo en sus predilectos.

Nuestra comunidad es realmente una cuna de encuentro, comunidad que se purifica en el sacramento de la reconciliación, comunidad que se siente envuelta en la misericordia
del Señor.

“Amemos mucho, como un don precioso y de predilección la vocación religiosa” 
(M. Dolores Permanyer)

Nuestros corazones están agradecidos al Señor por este gran regalo que nos ha hecho al confiarnos esta misión de estar con Él, abandonarnos en su amor, adorarle en la Eucaristía y servirle en los más pobres.

Damos gracias por Madre Dolores que respondió con generosidad a la llamada que el Señor le hizo, a todas las Hermanas que nos han precedido y han sido un eslabón en esta cadena de fidelidad y entrega, que el Señor en su misericordia ha  sostenido y fecundado.

Si sientes en el corazón que Dios te llama a seguirle y quieres conocernos, VEN Y VERÁS, te aseguramos que será una experiencia inolvidable.

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